Vendí mi Civic

Desde hace un tiempo tenía ganas de iniciar la publicación de un blog. No porque sea un escritor en potencia ni mucho menos. Más bien me animé porque disfruto leyendo los comentarios de amigos míos que ya le dedican varias horas semanales con frecuencia a esta nueva afición tan personal y tan pública a la vez.

Todavía no tengo claro el tema al que le quiero dedicar este blog. Creo que con el tiempo me iré sintiendo más cómodo con la metodología y la herramienta de comunicación y así me iré enfocando en algún tema que sea de interés público.

Hace un par de semanas vendí mi Honda Civic del 2000. No me puedo quejar porque el auto se vendió a buen precio. Pero no se imaginan cómo se burlaron mis amigos cuando les envié un correo publicando la venta del auto con unas fotos y una breve reseña del buen cuidado y uso que le dí al auto. No quiero repetir el tema porque esta sería una pantalla muy grande para tanta broma que me hicieron.

En fin, ahora estoy a la espera que me entreguen el nuevo auto que usaré en adelante. Me ofrecieron este viernes 13 de julio. Esperemos que cumplan con lo ofrecido.

Cambiando de tema, aquí estoy en las fotos con mis clásicos amigos de la empresa saliendo a almorzar y celebrar que Mario Lértora cambia de trabajo y que Ricardo Canales será nuevamente papá, (después de casi 12 años), y esta vez de una niña.

Estos juguetitos de madera son unas curiosas y graciosas gallinas que picotean un plato de maiz en orden circular secuencialmente. Lo compramos en la calle de regreso del almuerzo para regalarlo a los hijos. Primero me animé yo y luego Micky. Creo que alguin más compró uno.

Por cierto, acabo de publicar mi comentario de una tarea de la Maestria que llevo en el Tecnológico de Monterrey en la sede Lima. A raiz de la respuesta que dí a un Blog de un profesor sobre el curso que llevaré en agosto fue que me inscribí en Blogger.

Bueno amigos, esto es todo por hoy.

Me siento satisfecho por ahora.

Voy a salir para ver cómo se ve esto desde afuera.

Saludos.